En esta entrada os traigo la publicación sobre el reto que me ha tocado desempeñar esta semana, que como podéis ver en el título es el de crítica. En concreto os muestro un vídeo que es un capítulo del programa "dónde estabas entonces".
Este capítulo consiste en una entrevista a Lydia Valentín, campeona del mundo de halterofilia, que para quien no lo sepa, es un deporte que consiste en el levantamiento del máximo peso posible en una barra en cuyos extremos se fijan varias halteras o pesas.
El origen de este deporte es tan antiguo como el hombre, sin embargo fue en Francia donde comenzaron a realizarse levantamientos de pesas de una forma reglamentaria.
En el Congreso de la Federación Internacional celebrado en 1984, se aprobó la incorporación de la mujer en nuestro deporte, celebrándose el primer Campeonato del Mundo en 1987.
Como deporte de competición entró a formar parte de los Juegos Olímpicos, solo en categoría masculina, en la primera edición en Atenas en 1896. Desde entonces ha sido siempre deporte olímpico. Las mujeres tuvieron que esperar hasta el año 2000, en Sidney, para poder participar.
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| Imagen de Google |
Visitó el programa para hacer una "reivindicación feminista" no solo sobre su carrera en el deporte, sino sobre el deporte femenino en general, señalando que "todas las mujeres debemos reivindicarnos más".
En el vídeo dice una frase que es la que más me ha llamado la atención, porque estoy totalmente de acuerdo con ella, y es que las mujeres necesitan una medalla para que consigan ser portada, los hombres no.
No sé si vosotrxs lo habéis pensado, pero si miramos cualquier revista o periódico deportivo, veremos que la mayoría de noticias y titulares van dirigidos al género masculino, y no por haber ganado ningún premio, sino por su situación actual en dicho deporte, o por lo que puede llegar a conseguir en el. Esto con las mujeres no pasa.
En general, el acceso de las mujeres al ámbito deportivo ha sido tardío y ha estado lleno de dificultades, teniendo que ir superando barreras creadas por estereotipos sociales y culturales, y luchar contra ideas del tipo: la mujer es inferior a los hombres en las actividades deportivas, posee menor capacidad física, existen algunos deportes apropiados para ellas y otros no… estos modelos femeninos todavía tienen menos peso que sus compañeros masculinos, que sí son grandes referentes para los niños y niñas en edad escolar.
Si que es cierto, como dice Lydia, que la sociedad está cambiando, y que las mujeres cada vez van ganando más espacio en el mundo de los deportes, pero con situaciones como ésta, deberíamos plantearnos mucho más que todavía nos queda mucho por hacer, para conseguir que la mujer no solo sea respetada en el deporte, sino admirada.
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